Esta semana me llamó un diputado nacional al que conozco desde hace años para pedirme información sobre una obra otorgada por el gobierno de Alberto Fernández, a una unión de empresas; pero que -según él- serían “una pantalla” para esconder a cooperativas actualmente investigadas por la justicia.

Le dije al diputado que no sabía nada del tema, salvo que la obra esta paralizada desde que asumió el actual gobierno, y que ni siquiera había oído hablar de esa situación que me relataba, y sobre la que dijo estar investigando.

Hacía mucho que no hablábamos, así que el diálogo tornó en otros temas políticos y de actualidad y -casi a punto de cortar- volvió con el motivo de su llamado, pidiéndome le informara si surgía alguna novedad

“Lo que me extraña es que tu vecina, que es tan denunciadora, no haya presentado nada del tema” -me manifestó a modo de comentario.

“De quien me hablás” -le dije

“De Rufiana Fraude, por supuesto” –

Se supone que -como soy periodista y con muchos años en la profesión- debo estar informado y saber quienes son los personajes de la actualidad política, económica y social de Quilmes. Lo contrario sería un papelón. Además hacía la referencia a ese nombre con naturalidad, como si todos los que componen la Cámara supieran de ella; así que sólo me limité a decirle “Ahhhhh siiiii”,

Lo cierto es que me quedó rondando en la cabeza: Quien es Rufiana Fraude