El pasado jueves 13 de febrero el presidente de Argentino de Quilmes, Hernan Romero; (FOTO) y el vicepresidente 1°, Gustavo Amadori; presentaron su renuncia a la institución.

Las dimisiones de los dirigentes del “Mate” se enmarcan en el escándalo que atraviesa la institución desde la fuerte denuncia que realizara el ex Tesorero de la entidad, Leandro Becker; quien en noviembre del año anterior “pegó el portazo” aduciendo serias irregularidades económico-financieras y sugiriendo que en el club de la Barranca se cometen delitos; ademas de asegurar que existe una deuda imposible de pagar

En su dimisión pública Becker señaló. “Desde el primer día encontré problemas: más de la mitad del padrón financiado por el club genera una pérdida mensual de 58 millones de pesos. Además, recibimos un aviso de deuda de 35 millones de pesos de la ART OMINT, deuda generada por la anterior comisión directiva en octubre de 2023 al pagar solo el primer mes del servicio”. (La anterior gestión de Romero)

A estos hechos denunciados se le han sumado una serie de extraños movimientos económicos poco (o nada) transparentes por parte de Romero y Amadori. Nadie sabe cuánto se cobró por la venta de Julián Vila a Arsenal de Sarandí ni cual es la situación del jugador Leonardo Escalante.

Otro posible escándalo está ligado a un recurrente tema en el fútbol profesional argentino y tiene que ver con el cobro de cheques posdatados que el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia; otorga a los clubes amigos y que terminan en financieras ilegales que retienen para si intereses exorbitantes de los cuales hay fundadas sospechas de “retornos”.

Estos hechos son “vox populi” en el club y -según muchos socios y dirigentes- son los verdaderos motivos que originaron las renuncias de Romero y Amadori. Hace unas semanas atrás algunos miembros de la Comisión Directiva se plantaron y exigieron explicaciones sobre estos manejos irregulares.

La discusión subió de tono y entre gritos y reproches, hubo quien dejó entrever su decisión de llevar el tema a la justicia. “Yo no voy a quedar pegado por tu culpa”; fue la tajante afirmación de unol de los directivos enojados con el entonces titular.

Como se recordará el ahora ex presidente llegó a comandar el club mediante una escandalosa maniobra. A finales del 2020 la justicia intervino Argentino de Quilmes sin que se conocieran explicaciones serias y coherentes.

El club venía de jugar la final para ascender a la Primera Nacional y había superado institucionalmente el problema generado por la detención de Daniel Zisuela. Nadie dudó que en la decisión judicial -tomada en plena pandemia- estaba “la mano” de María Luisa Duggo, presidenta del Colegio de Magistrados de Quilmes y madre de Hernan Romero.

La “intervención a medida” incluyó una maniobra de re afiliación tendiente a dejar afuera del padrón a los socios que respondían a las antiguas autoridades mediante un mecanismo de horarios y condiciones que eran de muy dificil cumplimento durante el aislamiento al que el gobierno nacional había sometido a la población.

Eso permitió que aparecieran como socios ciudadanos que ni sabían donde quedaba la sede del “Mate” mientras que socios vitalicios se quedaban afuera de la entidad.

El resultado no podía ser otro: Romero ganó la elección “Por Afano” y el año pasado fue reelecto con el 76% de los votos, en una elección que contó sólo con la participación de 617 socios de los 1.100 habilitados para votar, cuando antes de la intervención el club contaba con un 50 % más de socios.

Aquí vale la pena detenerse en la denuncia de Becker cuando dice que el club financia la mitad del padrón. Coincidencias de la vida cotidiana de las instituciones.

En la actualidad Argentino de Quilmes debe varios meses de salarios a los empleados del club. Muchos de ellos están “en negro” o con contratos de dudosa legalidad y hay quienes dicen que habrá varios juicios laborales en los próximos días.

Pero a Romero no le importa el fuero de su mamá. Lo que ha pasado en Argentino de Quilmes sino otra lupa: La de la avenida Yrigoyen casi esquina Videla, donde se asientan los juzgados penales.

Resta saber si las dimisiones son producto de un acuerdo con los directivos enojados que sugirieron una investigación judicial o si en realidad esta se puede llegar a concretar y el “paso al costado” busca ser una suerte de “control de daños”

Tal vez se necesite otra vez “la mano de mamita”.