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Así malgasta la plata la Universidad Nacional de Quilmes

Los alumnos toman la Universidad Nacional de Quilmes. El rector Alfredo Alfonso  –que gana más de 6 millones de pesos al mes- alienta la toma y suspende carreras argumentando no tener fondos para financiarlas. Los docentes incitan a continuar el conflicto a sabiendas que miles de alumnos se quedarán sin rendir parciales ni finales, lo cual es igual a cerrarla.

Sin embargo –y mientras se dice que no alcanzan los fondos- el rector de la Universidad gasta más de medio millón de pesos en mandar a hacer pinnes institucionales y un funcionario de segunda línea tiene a 8 familiares nombrados con salarios  que superan el millón de pesos.

El pasado 16 de septiembre la UNQ adjudicó  la suma de 524.000 pesos a la empresa “Producciones Periodísticas y Publicitarias SRL” por la confección de 200 pinnes institucionales a razón de 2.620 pesos cada uno. (Comprobante de Recepción CRO: 3186)

Se trata de prendedores para utilizar en “la solapa del caballero o el vestido de la dama”.

Un gasto innecesario sin duda cuando al mismo tiempo se habla de crisis y desfinanciamiento.

“La Family State”

Pero no es el único gasto inútil. Hay otros inútiles que han llegado a tener cargos públicos en la Universidad Nacional de Quilmes gracias a las gestiones de uno de sus funcionarios.

Se trata de on caso de “family state” bastante común en las dependencias públicas de la Argentina y en especial en el ámbito de las universidades donde los cargos parecen heredarse como si fuesen títulos de nobleza.

El actual subsecretario de Desarrollo Institucional, Daniel Borro; (FOTO) ha logrado nombrar en la UNQ a casi toda su familia (algunas versiones dicen que va por el perro y por el loro, pero no esta confirmado).

Así por ejemplo su hermano Walter Borro, es encargado de Mantenimiento con Categoría 4. Feliciano (el padrastro de los chicos) Vanesa Sarobe –la esposa de Daniel- Mariel Sarobe –la cuñada- la ex cuñada Amorina Alvarese y hasta hace dos años su suegro que ya esta jubilado.

Daniel Borro fue secretario del Concejo Deliberante de Quilmes entre 2007 y 2009 cuando el presidente del cuerpo era Jorge Molina. Es hijo de una “puntera” histórica de quien presidente del HCD: Alicia Errasabal

Crónico estudiante de la Universidad, terminó sus estudios después de más de una década de calentar sillas y –gracias a su militancia estudiantil- consiguió uno de los tantos “conchabos” tan cuestionados hoy en día y por los cuales los centros de estudiantes no quieren ser auditados.

Con el tiempo fue ascendiendo y de cuidar el campo de deporte de la UNQ hoy esta a cargo del incomprensible cargo de Subsecretario de Desarrollo Institucional, uno de las 15 que hay en la plantilla, a las que debe sumarse todos los empleados que están debajo de estas. (ver https://www.unq.edu.ar/46-autoridades/ )

El caso de Daniel Borro no es el único. En la UNQ todos saben que tanto los funcionarios como los gremialistas, han logrado acomodar a sus familiares en cargos no docentes, todos por encima del millón de pesos.

En 2016 este medio publicó una extensa lista de 55 militantes políticos que la UNQ incorporó luego del triunfo de Mauricio Macri. Se trataba de jóvenes que hasta ese entonces trabajaban en ANSES y PAMI de Quilmes, Avellaneda y Berazategui que perdieron los contratos con la derrota de Daniel Scioli.