Días pasado dimos cuenta que un escándalo en la Mutual de Municipales “Gerónimo Izzeta” de Quilmes donde una trabajadora de la comuna y afiliada a dicha entidad, fue amenazada e insultada por uno de los directivos: Sebastián Greco. (Ver https://quilmesahora.com.ar/2024/09/29/escandalo-en-la-mutual-izzeta-un-dirigente-amenazo-a-una-trabajadora-municipal/ )

En el informe indicábamos que este sujeto es un empleado municipal que –en lugar de cumplir su jornada laboral en una dependencia de la comuna, esta “en comisión” en una entidad privada que –en lugar de pagarle el salario- aprovecha contactos políticos para contar con  empleados que terminan pagando los contribuyentes de Quilmes con sus tributos.

El presidente de la Mutual –Fabio Ramos- (FOTO) resolvió el conflicto entre la víctima y el victimario “a lo machirulo”: Echo a la trabajadora, Verónica Barrionuevo; y mantuvo en el cargo a Greco.

Pero la solución  “machirula” contempló otro nuevo escándalo: Las tareas que realizaba Barrionuevo (prensa y difusión) se le asignaron a otra “ñoqui” municipal que esta asignada “en comisión” a la Mutual Izeta.

Se trata de Andrea Graciela Grimaux, legajo municipal 17.654 que reviste en la planta permanente como “Subdirectora” el cargo más alto del escalafón jerárquico y el mejor remunerado.

Grimaux no sólo no concurre a trabajar a la comuna quilmeña, sino que se da el lujo de aprovechar la comisión que le otorgó el gobierno municipal para pasar unos días en la hermosa playa de Sa Riera en la Costa Brava de Cataluña, disfrutando de las quietas y cálidas aguas del Mar Mediterraneo; tal como se muestra en la imagen que ella misma difundió.

Para esa época Grimaux debió haber estado sentada en una silla detrás de un escritorio en una dependencia municipal, acumulando el salario que le pagan los quilmeños con sus tributos.

Cabe consignar que las normas no permiten a la comuna asignar personal “en comisión” a entidades privadas y solo los sindicatos tienen esa concesión.

Mientras tanto la Mutual de Trabajadores Municipales recorta prestaciones como odontología, sepelios y cobra a un  precio mayor al del mercado los lentes recetados.