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El Hospital  “Julio Mendez” continúa cerrado

El cierre del centro de salud “Julio Méndez” de Bernal, producido hace más de tres meses tras el colapso del cielorraso de su sala de espera, ha dejado a una población  enorme de vecinos, sin vacunatorios públicos en su zona. En el lugar funcionaba una boca de vacunación que debió ser absorbida por los otros tres centros operativos: El  Hospital de Quilmes, el Dispensario “Ramón Carrillo” y el hospital “Oller” de San Francisco Solano. Todos ellos, alejados y complejos en materia de conectividad para quienes –como es el caso de los vecinos de Villa Itati- podían vacunarse en el Mendez con solo caminar.

El 30 de enero de este año, el cielorraso del lugar colapso quedando como se ve en las imágenes.  Fue una desgracia sin consecuencias de lesionados, pero no sin aviso previo: antes había ya colapsado el techo del archivo. “Es que le mandaron durlock arriba de los revoques viejos  y llenos de humedad y cuando no dio más, se cayó todo. Igual nunca se hizo mantenimiento. Taparon y listo”, aseguró una fuente vinculada al  trabajo en el lugar.

El “Julio Méndez” no es un centro de asistencia menor. Desde julio de 2023 –apenas seis meses antes de su colapso- ingresó incluso a la Red del Hospital “El Cruce” de Florencio Varela. Se trata de un centro de salud con atención clínica y de muchas especialidades –incluida odontología- y lo dicho: un vacunatorio que abastecía del calendario oficial a las zonas de Bernal y Don Bosco. Su ubicación no es menor: es la única ubicada a escasas cuadras de una estación de trenes; y se encuentra a una distancia perfectamente “caminable” desde Villa Itati, albergue de 19.800 vecinos (fuente: OPISU). Dato a subrayar: el calendario de vacunación impone por estas horas la aplicación de vacuna antigripal y del virus sincicial respiratorio, crucial para evitar la mortalidad infantil. Además, claro, de neumonía y covid.

Todo o nada

Si bien no existe información oficial concreta y los funcionarios contactados por este medio no brindaron datos precisos en torno a las razones de la  demora en la reapertura, algunas  fuentes hablan de un “proyecto mayor” en estudio. Según estas fuentes, existirían “conversaciones” con la Provincia a efectos de “aprovechando que está cerrado”, avanzar en una puesta en valor general, más allá del cielorraso colapsado. Es decir, se pasaría del cierre actual a una obra que dejaría la zona con un centro de salud de mayor envergadura. Trascendidos que, de todos modos, no logran confirmación oficial por estas horas.

Los trabajadores del lugar: la otra cara de la moneda

Capítulo aparte merece la situación de los trabajadores de la salud que allí se desempeñaban. El colapso del techo del lugar que quedó como ilustra la foto, sucedió cuando el establecimiento ya había cerrado sus puertas. Su entonces directora, se limitó a informar a los trabajadores del lugar lo sucedido, por watsap. En los textos habló de “unos días”. Los más de 30 profesionales fueron reubicados en los diferentes centros de salud donde si bien se les respetaron días y horarios, debieron cambiar de sistemas de trabajo, autoridades y sobre todo, de trato. Además de alterarse las distancias y ritmos de la tarea de cada especialidad, hay marcada discorformidad por las nuevas condiciones. Y no son solo los profesionales los afectados.  “Muchas veces a los pacientes que eran “del Mendez” se les retacea la medicación. No se los atiende igual..”, se lamentó un integrante del viejo plantel profesional de Bernal.

Pero más allá de los escuetos chats de la exdirectora, la psicóloga Patricia Fridman (profesora de “Salud y Derechos Humanos” de la UNQui), de la que se desconoce destino laboral municipal actual; ninguno tuvo más explicación ni dato alguno sobre el destino que correría el lugar.

Una historia compleja

El “Julio Méndez” es un lugar icónico en la salud pública de la zona de Bernal. Como tal, existe desde 1934. Paso por una larga historia de esplendor, sufrió la posterior llegada de una gerenciadora que lo llevo a una quiebra tan inexplicable como fraudulenta hasta que en 2008, merced a una presión vecinal contundente, es recuperado y su propiedad expropiada por la Provincia de Buenos Aires, mientras Daniel Scioli la gobernaba. Cedido al Municipio de Quilmes en la gestión de Francisco Gutierrez, reabrió sus puertas con el nombre de “Centro Integral de Salud y Rehabilitación- Julio Méndez”. Desde entonces, sus consultorios externos, servicios de enfermería y sobre todo, su rol como único vacunatorio de la zona; lo constituyeron en un espacio fundamental para toda la zona. Hasta hace tres meses, cuando la incertidumbre acompañó el cierre –se supone temporal- de sus puertas.

Fuente  https://conurbanodiario.com.ar/