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Más fraudulenta no se consigue

La diputada nacional Mónica Frade acaba de presentar un Proyecto de Declaración solidárizandose con la periodista Romina Manguel, quien fuese aludida y criticada  por el presidente de la Nación, Javier Milei.

Es evidente que la memoria de la legisladora no es uno de sus mejores atributos, o realmente quiere tomar por idiotas a quienes si tenemos buen registro de nuestros actos y de aquellas figuras públicas que han dañado, perturbado y/o agredido al periodismo; y lo sigue haciendo al bloquear su celular y redes sociales a los trabajadores de la prensa que no le son serviles o critican sus actos públicos

En 2008 Frade presentó dos de denuncias penales contra periodistas de Quilmes: Una contra la totalidad de los medios que cobraban publicidad del Municipio. independientemente de la antigüedad que tuvieran como proveedores de la comuna. La denuncia fue desestimada por la propia fiscalía quien no encontró delito alguno que mereciera una imputación

La otra apuntó directamente contra los colegas Adrian Di Nucci y José Haro, a quienes logró llevar a juicio oral, acusándolos de “injurias y calumnias” por difundir una información surgida de un expediente municipal de carácter público. De más está  decir que la justicia falló a favor de los periodistas y demostró la perversidad de la mediática abogada y sobre todo de su nefasto círculo.

Entre los testigos aportados para intentar condenar a los colegas estaba el ex presidente (y ex fundidor) del Círculo de la Prensa de Quilmes, Pedro Navarro; quien se olvidó que su deber era defender a los colegas en lugar de acusarlos; y el “facebookero” y “buscavida” Roberto Cárrigall el que –gracias a sus servilismo hacia la legisladora- logró que ésta designara a una familiar muy cercana como empleada en la Cámara de Diputados.

En aquel juicio quien escribe éstas línea fue convocado como testigo por los letrados de los colegas acusados. Simplemente tenía que decir la verdad: Que la información que ellos –y yo también habíamos publicado sobre Frade- surgió de un expediente municipal público al que TODO el periodismo de Quilmes tuvo accedo.

Por el contrario Navarro y Cárrigall MINTIERON y –olvidando el derecho Constitucional que protege a los periodistas a preservar sus fuentes- atribuyeron la difusión de aquel expediente a una “maniobra para perjudicar a Frade”

Cabría señalar que en uno de esos mail que figuraban en el expediente, la propia Frade acusaba a la “Prensa de todo el mundo de moverse por monedas”.

Gracias Fraude…..No nos defienda más